El Caminante | El último dinosaurio

Sin duda estos animales son fascinantes y han tenido una gran relevancia en la cultura (ancestral y moderna) de diversos grupos humanos. Lamentablemente, también han sido vilipendiados y agredidos. Debido a su desagradable aspecto lleno de escamas y a los mitos que los rodean, los cocodrilos no gozan del afecto popular. Desde las antiguas leyendas africanas que mencionaban la costumbre de arrojar mujeres vírgenes a las aguas del Río Nilo infestadas de cocodrilos para fertilizar la tierra con su sangre hasta las actuales publicaciones de diversos tipos, comics, cuentos, historietas, dibujos animados, películas, programas televisivos, noticieros o notas periodísticas, presentan a éstos organismos como malignos, agresivos y peligrosos. 

(Foto: Pixabay)

Por: Jorge Martínez Ibarra

Zapotlán El Grande, Jalisco. 30 de marzo de 2022. (Letra Fría) Los cocodrilos son un grupo de reptiles prehistóricos que tuvieron su origen hace 240 millones de años y se cree que descienden de los tecodontes, ancestro común también de los pterodáctilos, los dinosaurios y las primeras aves. Su cuerpo es prominente, plano y alargado, lo cual les permite ser excelentes nadadores; bajo el agua se impulsan con la cola que les sirve como timón y al salir a la tierra pueden arrastrarse, caminar o correr.

Anuncios

JRA PROMOTORES INMOBILIARIOS

En el mundo existen veintitrés especies de cocodrilos de las cuales tres (el cocodrilo de pantano, el caimán de anteojos y el cocodrilo americano o de río) se encuentran presentes en México. El primero de ellos se localiza en estados del Golfo de México como Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas y sus mayores ejemplares alcanzan los 3.5 mt de longitud. El caimán habita en las planicies costeras de Oaxaca y Chiapas y su tamaño puede llegar a los 2.5 mts, mientras que el cocodrilo de río se distribuye en toda la costa del Pacífico, encontrándose ejemplares de hasta 6 mts. 

Los cocodrilos viven en áreas tropicales siendo sus sitios favoritos los ríos, lagos, marismas, pantanos y esteros que contengan suficiente alimento. Cuando son jóvenes se alimentan de insectos, ranas y crustáceos; conforme aumentan de tamaño su dieta estará basada en peces, aves y mamíferos; llegan a vivir entre cincuenta y ochenta años.

Anuncios

APYSA

En la temporada reproductiva, los cocodrilos hacen un complejo y elaborado cortejo, tras lo cual se aparean en lugares escondidos. Un mes después, la hembra fabrica un nido con hojarasca, arena y vegetación seca donde deposita entre treinta y sesenta huevos alargados. Durante tres meses la hembra permanece junto al nido para protegerlo y no se aparta de él ni siquiera para conseguir alimento.

(Foto: Verdebandera)

Históricamente, los cocodrilos han jugado un papel fundamental en la mitología de diversas culturas. En el antiguo Egipto el dios Sobek (representado con cuerpo humano y cabeza de cocodrilo) era el Dios creador del Río Nilo, el señor de las aguas y de los humedales. Relacionado siempre con el sol (posiblemente por la costumbre de estos reptiles de exponerse a los rayos solares como parte de su regulación energética) fue adorado como dios de la fertilidad y de la vegetación y se le consideraba una deidad protectora y benéfica, momificando a los adultos cuando morían.

Anuncios

Cuipala

Es probable que el mitológico y legendario dragón cósmico chino de doble cola conocido como “señor de todos los reptiles escamosos”, gobernante de los cuerpos de agua en movimiento y que se creía que ascendía a los cielos en el equinoccio de primavera y retornaba a las aguas en el equinoccio de otoño también estuviera inspirado en los grandes cocodrilos presentes en China. 

La leyenda de la creación de Timor Oriental, isla asiática vecina de Indonesia cuenta que se originó de un cocodrilo que salió de los pantanos y se adentró en el mar en busca de comida. Cuando murió, fue creciendo paulatinamente hasta convertirse su espalda en las montañas y sus escamas en las colinas de Timor.

Anuncios

Gallery

En el continente americano, los mexicas consideraban sagrados a estos animales, siendo cipactli (el lagarto negro) el animal del cual creían que fue creada la tierra y que representa el primer día del Tonalpohualli, el calendario sagrado azteca.

Los mayas pensaban que el mundo reposaba sobre el dorso de un gigantesco caimán o cocodrilo en una laguna de nenúfares. De hecho, en el arte maya la espalda del terrible dios de la muerte Ah Puch se parece mucho al dorso de un cocodrilo. 

Los nahuas lo llamaban acuetzpalin y lo vinculaban con la fertilidad, la lluvia, el rayo y el agua. Su cuerpo cubierto de protuberancias era una analogía de la superficie terrestre, mientras que su hocico representaba una cueva que asociaban con el umbral al inframundo. Diversas representaciones prehispánicas muestran personajes con vestimentas de cocodrilo: trajes completos, capas, máscaras, yelmos y tocados. Las deidades que presentaban elementos alusivos al cocodrilo como parte de su indumentaria eran relacionadas con el simbolismo acuático, la fertilidad, la tierra, la creación y la muerte. 

Para los chontales de Tabasco, Yumpa’ el Dueño de la Laguna, es una deidad que adopta la figura de un cocodrilo de grandes proporciones y mantiene una relación directa con los cocodrilos que habitan en los ríos y pantanos aledaños. Se le considera dueño y señor de las tortugas acuáticas y tiene la capacidad de incidir en la reproducción de las aguas de tal forma que aquella poza o canal que albergue cocodrilos no se secará ni siquiera en la época de estiaje, garantizando la existencia continua de agua en el lugar. 

También hay posibles referencias a los cocodrilos en la Biblia. Diversos estudiosos coinciden en que la criatura llamada Leviatán en el capítulo 41 del Libro de Job es en realidad un caimán.

Mitos más modernos como el de Medina de Río Seco provincia de Valladolid en España, habla acerca de un gran cocodrilo que aterrorizaba a los vecinos del Río Sequillo. Este animal destruía por la noche todo lo que se construía durante el día y causaba estragos en los cultivos aledaños al río hasta que un cazador le dio muerte. La realidad sin embargo es muy diferente, ya que en el continente europeo no están presentes estos reptiles.

En la década de 1930, en Estados Unidos se encontró un cocodrilo saliendo de los desagües de Nueva York, si bien se desconocía la procedencia del animal surgieron diversas hipótesis al respecto. Desde entonces inició la creencia de la existencia permanente de cocodrilos de grandes dimensiones en las alcantarillas de Nueva York, la cual se mantiene hasta la fecha y ha generado diversas publicaciones, películas e incluso es una leyenda urbana que permanece en esta gran metrópoli.

Imagen vista en Chaosgrenade.com

Sin duda estos animales son fascinantes y han tenido una gran relevancia en la cultura (ancestral y moderna) de diversos grupos humanos. Lamentablemente, también han sido vilipendiados y agredidos. Debido a su desagradable aspecto lleno de escamas y a los mitos que los rodean, los cocodrilos no gozan del afecto popular. Desde las antiguas leyendas africanas que mencionaban la costumbre de arrojar mujeres vírgenes a las aguas del Río Nilo infestadas de cocodrilos para fertilizar la tierra con su sangre hasta las actuales publicaciones de diversos tipos, comics, cuentos, historietas, dibujos animados, películas, programas televisivos, noticieros o notas periodísticas, presentan a éstos organismos como malignos, agresivos y peligrosos. 

Sumado a lo anterior la pérdida, transformación o reducción de sus ambientes naturales han propiciado encuentros frecuentes con los seres humanos, generando situaciones complicadas. Cada vez en más común observar cocodrilos cruzando carreteras alrededor de todo el mundo o ejemplares inmensos de estos animales en países como Australia nadar en el mar trasladándose de un sitio a otro en busca de su ahora ambiente fragmentado. Imágenes de grandes cocodrilos descansando en un campo de golf o caminando alrededor de zonas habitacionales ya sea en Miami o en Puerto Vallarta o noticias de bañistas siendo atacados por estos animales le dan la vuelta al mundo causando a la vez asombro y alarma. 

Hace años tuve la suerte de vivir durante seis meses con pescadores de la isla de La Palma, en el municipio de Acapetahua, Chiapas donde aprendí mucho acerca de su relación con los cocodrilos y los caimanes basada en el respeto y la tolerancia. En las lagunas costeras en las cuales pescaban, los cocodrilos ocasionalmente llegaban a romper sus redes para comerse los peces atrapados, lo cual les implicaba a los pescadores además de perder la pesca del día, tener que reparar sus insumos: doble trabajo. Sin embargo, los lugareños lo veían como un fenómeno cotidiano: “…compartimos con los cocodrilos un espacio común que nos da de comer a todos…” y añadían con una sonrisa: “…pero ellos llegaron primero…”

MA/MA

Queda prohibida la reproducción total o parcial. El contenido es propiedad de Letra Fría.

Profesor e Investigador del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara. Productor audiovisual. Apasionado de los viajes, la fotografía, los animales, la buena lectura, el café y las charlas interesantes.
Columnista en Letra Fría.
Correo: jorge.martinez@cusur.udg.mx

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad