Hay gente para todo y hay quien disfruta vivir con la ropa sudada, con la frente enrojecida por los violentos rayos del sol y con la necesidad permanente de vivir pegado a una bebida fría para no desfallecer en el intento de trabajar o existir. Se hacen llamar Team Calor.
Son quienes prefieren este tipo de días a las maravillosas jornadas de frío en que envueltos en una cobija pachona uno duerme a pierna suelta, sin ser acribillados por los zancudos, disfrutando más que nunca del café.
A ellas y ellos hoy les quiero confesar mi más profundo respeto y aprecio, cada quién disfruta lo que quiere.
Team calor
La clase política ha convertido a la polarización en la única posibilidad de coexistencia, y hasta los diferentes gustos por el clima son una razón para sembrar discordia. Algo absurdo, pues vivimos en el mismo planeta que eso sí, cada vez le da más gusto al team calor.
Ya la semana pasada los salones de clases nos anticiparon lo que serán los próximos meses. Son espacios cerrados, algunos poco ventilados en donde hasta 40 adolescentes se amontonan después de jugar futbol en el receso.
Es un espacio que huele a triunfo, a gloria y a goles, también es un horno en el que las ideas fluyen de manera viscosa, lenta, irritable. Pero hay a quien así le gusta y está bien.
Insisto en que el pleito no es contra ellas y ellos.
Los pronósticos
El Servicio Meteorológico Nacional anunció la semana anterior que, a partir de marzo, cada mes viviremos una ola de calor.
Habrá estados en que se rebasen los 40 grados centígrados. Por eso, en cualquier momento en que el termómetro rebase la temperatura del cuerpo humano es un buen momento para preocuparse y tomar medidas de contención y de prevención.
En Jalisco la crisis de calor se mimetizará con la crisis del agua y también con la de los incendios forestales.
Un mundo cada vez más ardiente, seco y caliente, no es solo una cosa de gustos o disgustos, representa una amenaza a la vida de decenas de especies y desde luego también a la nuestra, a la vida humana.
Por eso, en los salones podemos hacer algo más que solo prender los ventiladores. Podemos problematizar la situación más allá de asumirlo como un fenómeno natural que se repite cada año.
El fondo
Es importante consultar fuentes confiables que nos permitan entender la situación en la complejidad de un pensamiento que integre los saberes científicos, con las prácticas económicas. También practicar alternativas de lo que está en nuestras manos e inconformarse ante los abusos de la industria que contamina y consume recursos naturales con escasa responsabilidad.
Sin embargo, el reto más grande me parece abandonar la idea de que todo es un asunto individual. Por poner un ejemplo, bañarse en pocos minutos será suficiente para impactar la escasez del agua.
Un problema planetario, demanda reflexiones y acciones planetarias, para las que podemos comenzar a preparar a los estudiantes.
Si hasta el clima que preferimos es una causa de enfrentamiento, de anular las visiones de otras personas, poco podemos hacer ante una amenaza de esta naturaleza.
Ojalá todo se resolviera con prender los ventiladores durante cuatro meses para darle gusto a los del team calor. Pero no, me temo que el problema tampoco se resuelve incrementando el consumo per cápita de micheladas, aunque honestamente suene apetecible.
MV
A disfrutarlo