/

Flores amarillas o el inicio de la vida romántica de los adolescentes

Las flores amarillas el 21 de septiembre y el 21 de marzo, tienen su origen en que las influencias culturales viajan vertiginosamente a través de las redes sociales. “Floricienta” es una serie de televisión argentina cuyo personaje principal es una mujer, que defendía como un acto de amor verdadero y duradero, profundo y auténtico el regalar flores amarillas en el inicio de la primavera.

Foto: Pixabay.

Por: Carlos Efrén Rangel | Un letrero en la Pizarra

Autlán de Navarro, Jalisco.- Las flores amarillas inundaron las calles y las escuelas el pasado jueves. Lejos aún del 14 de febrero, o del 10 de mayo, pero sí lo suficiente para que algunos puestos callejeros asomaran sus dorados pétalos de precios inflados. El factor generacional fue clave para que quienes peinan canas acudieran al espectáculo como quien escucha hablar a un chino, otros que sí sabían de qué se trata toleraron la cursilería con resignación o con hostilidad, o como fue mi caso, nos aventamos a la miel y disfrutamos de la oportunidad de dar y recibir amor.

Anuncios

JRA PROMOTORES INMOBILIARIOS

Esta columna tiene dos propósitos, primero responder a las numerosas solicitudes de explicación sobre una práctica que inundó las escuelas, principalmente a partir de la secundaria y la segunda preguntarles si ustedes creen que los profesores realmente podemos prohibirles a nuestros estudiantes que tengan novio o novia.

Las flores amarillas el 21 de septiembre y el 21 de marzo, tienen su origen en que las influencias culturales viajan vertiginosamente a través de las redes sociales. “Floricienta” es una serie de televisión argentina cuyo personaje principal es una mujer, que defendía como un acto de amor verdadero y duradero, profundo y auténtico el regalar flores amarillas en el inicio de la primavera. Nota geográfica: en el hemisferio sur, la primavera comienza cuando en el hemisferio norte arrancamos el otoño.

Anuncios

APYSA

De a poco, esa idea se reprodujo como meme, es decir como una unidad que crece exponencialmente en la medida que cientos de miles la comparten. El mundo virtual se anegó de imágenes de enamorados regalándose flores amarillas y comunicando felicidad, casi siempre acompañada de la canción representativa, que usted puede encontrar en YouTube o Spotify como “Flores Amarillas” de Floricienta: “Ella sabía que él sabía, que algún día pasaría, que él vendría a buscarla, con sus flores amarillas”.

Pues bien, en resumen, la práctica se ha reinterpretado, adaptado al contexto, viviendo lo que la teoría reconoce como una inculturación, pero en esencia, respondiendo a la pregunta que colegas y amigos me hicieron tantas veces significa: una declaración de amor, no filial, no amistoso; amor romántico, amor erotizado, del tipo que le tiene uno a las personas con quienes no nos da asco compartir el chicle.

Anuncios

Cuipala

Pero nunca mejor dicho, no todo es miel sobre hojuelas. Que llegue un ramo de flores amarillas a la escuela no es un inconveniente para los prefectos o profesores responsables de vigilar la puerta, pero cuando decenas de ramos se agolpan en pequeñas oficinas con especificaciones de entrega a estudiantes a la salida, es normal que genere algunas reflexiones, molestias y ojeadas al reglamento para ver si está permitido a los estudiantes demostrarse amor, o incluso sentir amor.

No voy a generalizar al decir que todos mis estudiantes de secundaria, ya han incluido al amor entre sus preocupaciones, porque hay quien trae la energía en otro lado, igual que los adultos. Pero es ingenuo no reconocer que el despertar sexual, propio de las espinillas, viene acompañado por el interés en otras personas, la gran mayoría de las veces solo a nivel de compartir tiempo, aficiones, palabras, quizá algunas caricias, tampoco es que todos y todas estén en riesgo de embarazo por que encuentran atracción entre sus compañeros.

Anuncios

Gallery

Aparecen como siempre voces censuradoras, que afirman que el amor debe de prohibirse en las escuelas, y otros que entendemos que el amor es la fuerza humana más poderosa y transformadora de la historia, y que como en todos los rasgos de la vida, hay que aprender a vivirlo de manera digna, responsable, intensa y segura.  Los adultos, con nuestro actuar, mucho podemos ayudar a que eso ocurra.

Yo suelo hacer énfasis en dos orientaciones que les doy a mis estudiantes cuando acuden a mí con nerviosismo en la búsqueda de consejo. Primero, que compartan el interés con sus padres y que acaten las condiciones que ellos les pongan, que con el tiempo, ganarán la confianza necesaria para actuar con más autonomía. Segundo, que asuman que además de regalar flores y besos, el amor de pareja debe ayudarles a mejorar sus calificaciones, su estado de salud mental y física, y que necesitan practicar en la tarea de construir y respetar acuerdos que los encaminen hacia ese destino. De otra forma, no vale la pena gastar los divertidos y azotados años adolescentes con una compañía exclusiva.

En el camino, habrá flores amarillas y algunas espinas, habrá formación y decepción. Pero creo que, si algo no debemos desterrar de ningún entorno humano, es al amor.  

MV

Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Educación Básica.

Actualmente es profesor de español en secundaria y de Maestría en la Unidad 143 de la UPN. Desde los 17 años ejerció como reportero y comunicador en radiodifusoras y periódicos locales en Autlán. Aficionado práctico de la literatura, la crónica taurina y las columnas de opinión.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad