“Hay imágenes que pueden olerse” es una frase que aparece con frecuencia en internet, y muestra situaciones apestosas: los zapatos de algún adolescente, el transporte público desbordado en horas cálidas o cestos llenos de basura.
La semana anterior, los equipos de campaña de Movimiento Ciudadano y del PRI en Autlán, convirtieron los contenedores de basura en misiles y le pusieron un poco de sabor a la insípida campaña, al repartirse acusaciones sobre el manejo de basura.
MC utilizó fotografías de unos contenedores rebasados de residuos, lo que a juicio de los denunciantes representa un indicador de la mala gestión que desarrolla el actual gobierno que encabeza el también candidato del PRI, mientras que personal del Ayuntamiento y también de la campaña de la coalición del PRIANRD, respondieron con imágenes de los contenedores limpios acusando de mala leche a MC al politizar un servicio en el que trabajan empleados que hacen un gran esfuerzo, demeritando a las personas.
La verdad es que los dos mienten.
Cambio de gobierno municipal
Gustavo Robles sustituyó como alcalde de Autlán a Miguel Íñiguez, que sí representó una calamidad en los servicios públicos y durante varias semanas, los contenedores y las calles autlenses fueron auténticas joyas del internet que se podían oler.
En los primeros minutos de la administración de Robles, milagrosamente todos los camiones comenzaron a funcionar y la basura de las calles terminó en el relleno sanitario. Solo que esa eficiencia inicial se ha ido disipando con el paso del tiempo.
Y digo que los dos partidos mienten, porque ni todo el tiempo los contenedores están atascados, ni todo el tiempo los contenedores están impecables.
Uno esperaría que aprovecharan el round declarativo para ir al fondo del asunto y proponer una solución de fondo al problema, que huele a podrido de muchas formas, pero se quedaron en el boxeo de sombra y ningún golpe entró de lleno.
Hace dos años el INEGI publicó un estudio que ubicó a Jalisco como el tercer estado del país que más basura genera, en ese entonces 7 mil toneladas de residuos urbanos diarios.
Entre las calles Felipe Uribe y Manuel Doblado, a espaldas del jardín de niños Benito Juárez, desde hace años existen por inercia instalaciones municipales que podrían ser la semilla de una respuesta al problema, pero que pasan desapercibidos.
Se trata de un centro de separación de residuos y de reciclado, de las que en Autlán existen algunas rutas y muy poca promoción para su práctica en oficinas, hogares y escuelas.
La reducción de residuos que lleguen a los contenedores, a los rellenos sanitarios, al mar y a los bosques, es un camino que no da votos, pero que en una de esas sí salva vidas. Pero ahorita, lo que urge, lo que urge, son los votos, ya luego veremos lo demás.