Por: Brígido Ernesto Rosas Romero | Piruetas y otras danzas
Autlán de Navarro, Jalisco.- En 1848, tras la guerra entre México y los Estados Unidos y la firma de los “vergonzosos tratados de Guadalupe”, que implicó la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano, le preguntó a Ignacio Ramírez, El Nigromante, quién fue un destacado escritor político liberal y miembro del Congreso Constituyente de 1857, su opinión sobre esta tragedia. Su respuesta fue contundente y reveladora.
El Nigromante afirmó que el despojo de la Alta California, Texas y otros territorios mexicanos era consecuencia de un problema demográfico. El gobierno mexicano, ingenuamente, había permitido el ingreso de inmigrantes estadounidenses, pensando que esto resolvería la falta de atención y desarrollo en esas regiones. Sin embargo, en lugar de encontrar ciudadanos agradecidos y leales, México se vio invadido por un grupo de mendigos, delincuentes y aventureros sin oficio.
El Nigromante profetizó que en un futuro la situación sería diferente. Serían tantos los mexicanos en esos territorios que sería difícil confinarlos a todos. La justicia divina se encargaría de capitular, y México recuperaría lo que le había sido arrebatado. Dos siglos en la vida de una nación son apenas un instante, y El Nigromante enunció “mexicanos paciencia, paciencia y a procrear” como un camino hacia ese futuro deseado.
Hoy en día, los datos demográficos respaldan de alguna manera las palabras de El Nigromante. A pesar de las dificultades y obstáculos, los mexicanos han migrado en gran número hacia los Estados Unidos. Según los censos y registros actuales del 2022 del Migration Data Portal, hay 10,697,374 inmigrantes mexicanos debidamente registrados en territorio estadounidense. Sin embargo, de acuerdo con el INEGI y su censo de población de 2020, se estima que la migración hacia Estados Unidos ha alcanzado la cifra de 21,611,963 personas de origen mexicano contribuyendo a la sociedad y la economía de ambas naciones. Esto representa un incremento del 202% en comparación con el número oficialmente registrado en Estados Unidos.
El legado profético de Ignacio Ramírez, El Nigromante, nos brinda una perspectiva fascinante para analizar la recuperación territorial, así como los impactos y las implicaciones duraderas de los problemas demográficos y las migraciones.
Posdata: Con profundo agradecimiento, dedico estas palabras a mi querido maestro Enrique Ibarra, cuya dedicación y amor por la enseñanza de la historia de México y de nuestro amado Estado de Jalisco han sido una fuente inagotable de inspiración para muchos. Gracias por transmitirme los conocimientos sobre Ignacio Ramírez El Nigromante hace un par de años atrás.
MV