Por: Rosa Eugenia García Gómez
Zapotlán El Grande, Jalisco. 24 de marzo de 2022. (Letra Fría) Rieleras y juanes, estas carrilleras están con tiros dispuestos por la emoción de ahora ser parte de un medio que admiro y respeto, como es Letra Fría, por el tesón que ha demostrado para abordar e investigar temas de interés para la región de la Costa Sur y la Sierra de Amula de Jalisco. Por apostar al talento joven, profesional, creativo y propositivo, pero particularmente por un tratamiento informativo responsable, crítico y ético.
Las carrilleras de Adelita es una columna de opinión cuyo antecedente radialista se escuchó por primera vez hace más de 12 años, que tomó identidad revolucionaria al adquirir ese nombre hace siete y ha evolucionado, pues desde hace tres se extendió a medios impresos y digitales, generalistas y especializados, eso sí, todos regionales, porque estas trenzas están convencidas de que el periodismo de las comunidades más pequeñas, es ése de proximidad, que siente, padece y por lo tanto, entiende las problemáticas de las personas con las que comparte un espacio que no por ser más reducido y colocado fuera de la interpretación centralista de “lo importante”, deja de estar afectado por las grandes problemáticas de desigualdad, corrupción, inequidad e impunidad que afectan a la generalidad de la población.
Los temas de esta Adelita son diversos: derechos humanos, políticos, sociales, de inclusión, de género y otros coyunturales. Contenidos que se proponen abonar a la discusión de temas con una perspectiva crítica y de denuncia y, que como las balas que resguardan las cananas de cuero de las mujeres y los hombres revolucionarios, buscan ser detonantes, en este caso, de asuntos para la comunicación pública.
Las carrilleras a veces son irónicas, pero no cínicas; provocadoras, pero no soeces, y a veces, en tono más o menos ligero, pero no sin fundamentos, toca temas de la cultura popular e incluso para la difusión de la ciencia.
Como podrán apreciar amables lectores letrafrioleros y ahora miembros de la bola revolucionaria, Las carrilleras de Adelita podrán ofrecer en su narrativa variaciones de temas y aproximaciones que son paralelos a los contextos sociopolíticos, culturales, regionales, nacionales y en ocasiones mundiales, con abordajes que tienen algunos elementos comunes vinculados con esta autora académica, periodista y de convicción humanista. Se los confieso porque es sano, responsable y ético reconocer cómo quien emite mensajes, los afecta.
Lo que sí hay que decir es que Las carrilleras de Adelita rompen con ciertas características periodísticas pues es más de tipo comunicacional la existencia de un personaje cuyas palabras, modulación de voz –recuerden, también es radiofónica-, posturas… y a veces imposturas, se identifican con una intencionalidad de segundo plano vinculada con la connotación del ser revolucionario.
El personaje es ficticio, pero los temas son todos reales, además de un tratamiento periodístico de investigación de información y correcta atribución de fuentes.
Por otra parte, Adelita se refiere al inicio de cada entrega a “las rieleras” y “los juanes”, nombres con que alude a la audiencia y que toma prestados del corrido La rielera, autoría del morelense Samuel Margarito Lozano. También habla hacia y del público como la “bola revolucionaria” como una manera de expresar el sentido crítico social de los temas discutidos.
No puedo terminar esta primera entrega sin expresar mi agradecimiento a Carmen Aggi y a todo el equipo de Letra fría por la oportunidad de compartir esta columna de opinión, que es fuente de disfrute, y a veces de preocupación periódica, pero que incluye el sentir inconforme de una realidad nacional que todos tenemos la responsabilidad de observar con acuciosidad y sentido crítico. Soy Rosa Eugenia García Gómez, una Adelita de corazón. Muchas gracias.
MA/MA
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