Por: La Marea | Alianza de Medios
Al Triste le respiraba la muerte en la nuca. Antes de fallecer en un tráiler en San Antonio, Texas, vio cómo otro migrante que viajaba con él se ahogó en el Río Bravo.
Antes de morir, la vida del Triste pasó de mano en mano, de coyote en coyote, que lo llevaron a distintos lugares en los que esconderse -en México y en Estados Unidos- para evitar ser detenidos por agentes migratorios y así llegar a Florida.
Así le decía de cariño Rosy, su hermana, a Pablo Ortega: El Triste