El obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, reprobó las acciones que el Ejército Mexicano, junto con el Gobierno de México, realizan para evitar el paso a migrantes centroamericanos y haitianos hacia el territorio nacional. “Si aprendiéramos a amar las naciones, abrirían las puertas a los migrantes, pero no. En nuestra patria ya cerraron las puertas y los militares, que deberían servir para cuidarnos, ahora están cuidando que no entre gente”.
Por: Vianney Martínez Pérez
Autlán de Navarro, Jalisco. 31 de octubre de 2021.- (Letra Fría) El obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, reprobó las acciones que el Ejército Mexicano, junto con el Gobierno de México, realizan para evitar el paso a migrantes centroamericanos y haitianos hacia el territorio nacional.
“Si aprendiéramos a amar las naciones, abrirían las puertas a los migrantes, pero no. En nuestra patria ya cerraron las puertas y los militares, que deberían servir para cuidarnos, ahora están cuidando que no entre gente”, dijo Sandoval Sandoval este domingo, -31 de octubre-, en la última eucaristía de octubre.
A lo largo de 2020 y 2021, caravanas de migrantes provenientes de Haití y países de Centroamérica han ingresado al territorio nacional con el objetivo de llegar a Estados Unidos, la mayoría de los grupos migratorios están conformados por familias con infantes, quienes han reportado a medios nacionales haber sido retenidas por la Guardia Nacional, que les prohíbe el tránsito por el país, bajo la justificación de que las y los emigrantes son utilizados por el crimen organizado.
La desaprobación del prelado de la Diócesis de Autlán se suma a la de otros obispos y el clero en general, puesto que se han pronunciado en contra de las decisiones tomadas por las y los funcionarios del gobierno federal en torno a la situación de flujo migratorio que afronta el país.
La editorial de la Iglesia Católica Mexicana, Desde la Fe, publicó en su último número del mes de octubre que “Se requiere no solo que el Gobierno abandone su política de represión hacia las personas migrantes, sino que busque otras alternativas a la detención y a la regularización migratoria, para encontrar caminos más humanos y sin violencia”.
Asimismo sostuvo que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ha demostrado poco o nulo interés en los derechos humanos de los y las migrantes, quienes hasta el mes de agosto de este año, 2021, contabilizó 147 mil indocumentados en el país, el triple de 2020.
Para finalizar la homilía, Rafael Sandoval, reafirmó su postura condenatoria hacia el aborto inducido y su despenalización en México, calificándolo como una praxis que va en contra del amor:
“Que felicidad la de una madre, que se da desde el momento que concibe al hijo y no está pensando en abortar, en matarlo, aunque las leyes hablan del derecho de la mujer, descuidando el derecho de otro ser, eso no hace feliz y no es amor, sino al contrario, carga mucho la conciencia”, expresó el prelado.
Además de asegurar que en consecuencia “carga mucho a la conciencia”, señaló que “hay que decirle no a lo que no debe ser y sí a lo que sí, pues el amor es lo más hermoso y cada célula de nuestro ser está hecha para amar”.
En la misma línea agregó su conceptualización de la actualidad social:
“Estamos heridos en esta sociedad, en la iglesia, en las familias; vivimos en familias heridas, que podemos decir son líquidas, donde todo se vale”, remató el obispo.
El pasado 07 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) despenalizó el aborto en México luego del estudio de caso del artículo 196 del Código Penal del Estado de Coahuila que establecía una pena de prisión a aquella persona que voluntariamente se practicara un aborto o quien le hiciere practicarse uno; tras ser invalidada esta legislación, las mujeres y personas gestantes ya no podrán ser castigadas por abortar en México.
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