Por: Pie de Página | Alianza De Medios
CIUDAD DE MÉXICO.- Amistad, amor, ofertas laborales falsas, recompensas en videojuegos y promesas de dinero, son los atractivos ligados a la desaparición de menores y mujeres jóvenes a través de las redes sociales.
De acuerdo con María Elena Solís, directora de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos (AMNRDAC), las redes sociales son una herramienta muy poderosa con un doble filo. Mientras algunas personas las usan para rastrear pistas que lleven hacia el paradero de alguna víctima de desaparición, hay quienes las utilizan para enganchar y posteriormente desaparecer a sus víctimas.
El 19 de noviembre de 1994 María Elena vivió en carne propia la desesperación que sufren los familiares de las personas desaparecidas. Una banda de secuestradores dedicada a la venta de menores se robó a su nieta de dos años. Las autoridades la recuperaron 50 días después, junto a dos menores más.
“Fueron los peores 50 días de mi vida”, señala Solís.
“En ese entonces se daba mucho el robo de menores para adopciones ilegales. En el 2009 da un giro impresionante y desaparecen personas de todas las edades, hombres y mujeres”, explica la directora del organismo.
“Es un dolor muy intenso saber que se llevaron a tu ser querido y no conocer en qué manos está”.
Las víctimas de redes delincuenciales se ven obligadas a desempeñar actividades como el trabajo forzado, la pornografía, trata de blancas o venta de drogas. De acuerdo con María Elena, han logrado rescatar a jóvenes que han escapado de campos, a quienes mantenían trabajando en condiciones de exclavitud.
“En un 80% de los casos de menores que se han ausentado se debe a problemas familiares”, indica María Elena Solís.
La directora de la organización menciona el caso de dos niños enganchados a través del videojuego Free Fire. Uno de ellos, originario de Torreón Coahuila. Al menor de 14 años lo contactó una mujer con la que jugaba por internet. La mujer le envió dinero y le dijo que fuera a Jalisco, ahí lo obligaron a vender drogas. Amenazado de muerte, golpeado y con amenazas de hacerle daño a su familia, lo mantuvieron cautivo.
Solís resalta la importancia en la suma de voluntades en la labor de búsqueda de personas desaparecidas, de familiares, fiscalías, comisiones de búsqueda y los medios de comunicación. “En la organización nuestra labor es enseñarles el camino a los familiares”, señaló María Elena.
Una empresa privada que colabora con la asociación difundió la ficha de desaparición del menor. Un hombre identificó al joven en las calles, avisó a la asociación, y las autoridades lo recuperaron.
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