Las grietas de la verdad
Por: Marche Garciroja
Autlán de Navarro, Jalisco. 30 de marzo de 2022. (Letra Fría) Los Pseudólogos personificadores de las mentiras y las falsedades en la antigua Grecia eran los perversos hijos que tuvo Eris —la discordia— aunque algunos autores los creían hijos de Éter y la Tierra. La mentira es la aseveración que una persona fragua, consciente de que no es verdad. En el panorama filosófico actual nos encontramos con diferentes suposiciones semánticas sobre la verdad. El frenético desarrollo del siglo XXI permite “la invención del futuro” como extensión de ideales ficticios aleatorios. Mostramos un mundo insoportablemente “real” donde la verdad es más extraña que la ficción porque ésta debe ajustarse a lo posible —Mark Twin—. No miente quien no dice la verdad, sino quien dice aquello que no cree que sea verdad.
Las promesas realistas afirman que un enunciado es verdadero si y sólo sí, expresa el estado de las cosas, y sea como ésta defina la “verdad” y la interprete es innegablemente una sola y muy diferente a la “mentira”. La realidad efímera en un infinito océano de incesantes eventos. Santo Tomás de Aquino define la mentira como la expresión de aquello contrario al propio pensamiento —locutio contra mentem— expresión lingüística que enuncia lo contrario de lo que se produce en nuestro esquema cognitivo.
Una cosa es mentir, y otra velar el propio pensamiento.
No todas las novedades sirven ya que dentro de todas sus posibles prácticas éstas se ajustan a directrices oportunistas. Las ciencias del lenguaje, especialmente la pragmática, expone que mentir es un acto de habla que no se reduce a la interacción entre hablantes, puesto que también posee una fuerza expositiva, una intención comunicativa, en la que se sitúa la voluntad de engañar. Esto provoca la inversión de los papeles de “buenos” y “malos”; vaqueros versus indios. Percepción cultural e ideológica de la historia que nos embelese. Quien diga que no miente está mintiendo.
Los detalles que ofrece la experiencia que propician los sentidos se consideran ilusión; la limitación mental se justifica porque no hay barrera entre el pensamiento de quien habla y las expresiones que utiliza para manifestarlo. El comportamiento sujeto a los imperativos de la realidad se compone de constantes secuencias con exclusiva alusión a provocar reacciones emocionales sin historia, información ni identificaciones siendo este el único marco que afronta las experiencias propias, y ajenas; habidas y memorables; o quizá utópicas o ansiadas que se basan en creencias y sospechas lúcidas.
Se nos miente “por un bien”. Empero, en la conciencia de los mentirosos y los engañadores no actúa la distinción entre verdad y mentira como punto de fuga; mentira piadosa es la afirmación aparente articulada con propósito benevolente. Puede que con el objetivo de hacer más digerible una verdad tratando de causar el menor daño posible. En política, la mentira noble es inscrita con la falsedad de los gobernantes destinada a preservar la armonía social. Platón ya se refería a este tipo de mentira en La República.
Heidegger por su parte —De la esencia de la verdad— planteó que la verdad es un hallazgo paulatino de cómo se nos muestra la realidad y no una constitución, sometiéndola al yugo de la idea. El océano de los potenciales indicios. Se discrepa en que la Creación acabó con la situación original de caos en el cosmos limitando el espacio a lo desprovisto, lo impensado, lo eventual excepto en apariencia, permitiéndole al cerebro realizar la criba ante realidades aumentadas.
Esopo afirmaba que la mentira fue creada por Dolos, la encarnación de los engaños y las ardides, cuando trabajaba de ayudante de Hefesto, éste distraído por voces facinerosas se desarraigó de la caldera justo cuando estaba fabricando a la verdad, Dolos aprovechó la ocasión y construyó una estatua idéntica a la de su maestro; cuando Hefesto volvió se sorprendió de las habilidades de su aprendiz. Pero a Dolos no le había dado tiempo para acabar su obra, y no había terminado de rematarle los pies, cuando ambas estatuas salieron del crisol, Alêtheia —la Verdad— caminaba con pasos firmes mientras que la Mentira lo hacía a su sombra, con pasos deleznables y vacilantes.
Desocupados lectores: la reflexión sobre la presente pesquisa descasa sobre la relación entre verdad y mentira sin una estancia permanente cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento, que no mi entendimiento en las riquezas. Todo vacío de información es una oportunidad de acción, discursos creados que combinan lo unívoco con lo equívoco. Bienvenidas y bienvenidos a este florilegio y almanaque de una vívida espectadora.
Mi ociosa existencia…
Lectura complementaria:
Historia reciente la verdad || Roberto Blatt
Colección: Minor
Editorial: Turner
MA/MA
Queda prohibida su reproducción total o parcial. El contenido es propiedad de Letra Fría.
