Por José de Jesús Guzmán Mora, cronista de San Gabriel, Jalisco.
San Gabriel, Jalisco.- Cuatro personajes gabrielenses han destacado en el devenir histórico de El Grullo, Jalisco; apareció el 25 de septiembre de 2022, en este medio, la biografía de don Porfirio Corona Covarrubias; enseguida se publicaron las biografías de don Valeriano Zamora Villalvazo y don José Ascención Manzano Munguía, que aparecieron hace quince días.
Para culminar el día de hoy con la vida y obra del DR. LEOCADIO RODRÍGUEZ GÓMEZ (1921-1998), con el cuarto de los gabrielenses que, con su contribución, encaminaron la vida de El Grullo, a otras alturas.
El Dr. Leocadio Rodríguez Gómez, fue Presidente Municipal en El Grullo, Jalisco, durante el año de 1956.
Su fecha de nacimiento es incierta ya que cuando su padre, don Pedro Rodríguez Rolón, lo lleva al Registro Civil el día 4 de enero de 1922, manifiesta ante don José María Ramos, Presidente Municipal de San Gabriel, Jalisco, que su hijo Leocadio nació el 28 de diciembre de 1921, y que la madre del recién nacido se llama Ma. Dolores Gómez Herrera.
Texto
Angulo Superior Derecho: Foja 2 frente.
Sello: Ayuntamiento Constitucional de San Gabriel, 9° Cantón. Jal.
Al margen: Número 5. Leocadio Rodríguez, Legítimo. 9 a.m.
Dentro: En la Ciudad de San Gabriel a las 9 de la mañana de el día 4 cuatro de enero de 1922 mil novecientos veintidós, ante mi José María Ramos Precidente Municipal y Encargado del Registro Civil de este lugar compareció el ciudadano Pedro Rodríguez casado, agricultor, de 31 treinta y un años de edad, originario y vecino de aquí manifestando que el día 28 veintiocho del pasado nació en la casa número 9 nueve de la calle Guerrero, nació un niño que presenta vivo, que doy fe tener a la vista y que se llamará Leocadio Rodríguez 1° hijo del comparente y su esposa María Dolores Gómez, de 18 dieciocho años de edad, que vive. Avuelos paternos Santiago Rodríguez y María Jesús Rolón, que vive, y maternos Teófilo Gómez, que vive y Octaviana Herrera finada. Fueron testigos los ciudadanos Cecundino Montes de Oca y Mercedes Alegandres, viudo en primero y casado el segundo, mayores de edad y vecinos de aquí. Se leyó la presente y conformes firmaron los que supieron. Firmado José María Ramos. Es copia.
Apolinar T. Briseño (Rúbrica).
En cambio, cuando se le bautizó -un día antes de su Registro Civil- se aseguró que nació el 9 de diciembre, hijo del señor don Pedro Rodríguez Rolón y de la señora doña Ma. Dolores Gómez Guerrero. Es necesario señalar el cambio del segundo apellido de la mamá que se deduce con los datos aportados.
Sus primeros pasos iniciaron en el Barrio de las Olas Altas, pues nació en la casa paterna de la Calle Guerrero No. 9, allí pasó su infancia, quedó huérfano de padre a los cinco años de edad; era miembro de una familia no muy socorrida por la fortuna por lo que tuvo que ganarse la vida desde los siete años. Como todos los niños de su época disfrutó de los juegos y de la frescura de los charcos del “Río Salsipuedes” que pasa por la parte media de la población.
Los dos primeros años de su educación primaria los cursó en la Escuela Particular de la prestigiada y reconocida Maestra Pudenciana Cervantes Chávez.
Texto
Al margen: Número 644, Leocadio Rodríguez, nacido en este lugar el día 9 de diciembre
P. Ruvalcaba.
Dentro: En la parroquia de San Gabriel a 3 de Enero de 1922, el presbítero D. Melquiades Ruvalcaba, ministro de esta parroquia, bautizó solemnemente a J. Leocadio, que nació el 9 de diciembre próximo pasado en este lugar, es hijo legítimo de Pedro Rodríguez y de Ma. Dolores Gómez, abuelos paternos: Santiago Rodríguez y Ma. de Jesús Rolón, abuelos maternos: Teófilo Gómez y Octaviana Guerrero. Padrinos: Teófilo Gómez y Ma. de la Luz Vargas.
Para constancia firmó:
Yreneo Monroy, J. Melquiades Ruvalcaba, Pbro. (Rúbricas)
Más tarde ingresó a la Escuela Oficial de Niños teniendo como guía a las Preceptoras Raquel Morett, Ma. de Jesús Chávez, Ma. de la Luz Galindo Santana y Ma. de Jesús Morett Cervantes a quien se le conocía como “La China Morett”. Aquí transcurrieron los primeros catorce años de su vida, en los que hubo que desempeñarse de ayudante de vaquero, ordeñador de vacas, leñador y vendedor, parcelero y sembrador, a más de otros humildes menesteres.
En 1936, se inscribió en el Seminario Auxiliar de Zapotlán el Grande, Jalisco, en donde estudió por espacio de tres años. Posteriormente pasó al Seminario Auxiliar de Guadalajara, donde concluyó los estudios correspondientes al área de humanidades, aprobando las materias de español, latín, matemáticas, etc.
Sin haber recibido la ordenación sacerdotal abandonó la vida clerical. Después de haberse separado de la vida religiosa, sintió la vocación de estudiar la carrera de Médico, fue así como ingresó a la preparatoria y enseguida se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, en donde estudió un año.
En esta ciudad fue vendedor ambulante, cobrador-abonero, también “inyectador” y “recetador” sin título de médico; fue Maestro de Español a nivel secundaria.
Más tarde, en 1944, se trasladó a la Ciudad de México, donde ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, allí terminó sus estudios en 1948 y recibió su Carta de Pasante. En ese tiempo se ganaba la vida como Agente de venta de los Laboratorios Senosiain, S. A. de C. V.
Su servicio social lo realizó en el municipio de Ayo el Chico, hoy Ayotlán, Jalisco, regresó a la capital del país y contrajo matrimonio en 1949 con la señorita Teodolinda Palafox Esparza.
Se tituló como Médico Cirujano y Partero por la UNAM en diciembre de 1950. Ya como profesionista ejerció su carrera en Chalco, Estado de México, pero con profundo cariño por su estado natal, se estableció en El Grullo a donde llegó en octubre de 1951, en la época de transición y desarrollo de esta ciudad, le acompañaban además dos de sus pequeños hijos, se encontraba en la plenitud de su vida, desbordando vigor y entusiasmo, aquí vivió los últimos 47 años de su vida en donde nacieron siete de sus nueve hijos: Ma. Dolores, Pedro, Evangelina, Alberto, Arturo, Teresa, Alicia, Priscila y Benjamín.
Con el cúmulo de conocimientos teóricos y su experiencia pronto se identificó con la comunidad, iniciando desde el primer día con gran optimismo y muchos deseos de ayudar en el mejoramiento de la salud de sus pacientes. De manera voluntaria y espontánea, empezó a participar en algunas obras sociales, estaba siempre atento y dispuesto en hacer el bien a la colectividad, especialmente en las clases más pobres y marginadas.
Empero, su ayuda e interés fueron más allá, ya que se ocupó de asuntos tales como la cultura, el bienestar, el desarrollo y progreso de la comunidad, que lo aceptó como un hijo más de El Grullo. De acuerdo con sus posibilidades, ayudó en los albergues para ancianos, a las iglesias y a la fundación y/o reconstrucción de centros educativos, lo que le dio una gran satisfacción personal.
Sin proponérselo, se fue dando a conocer entre la población, quien valoró sus altruistas aportaciones. Se asimiló cabalmente a este pueblo, tanto como el pueblo lo hizo suyo, fue para El Grullo su estimado “Doctor Rodríguez”; siempre tenía una frase en la que mostraba su cariño por el pueblo que lo adoptó: “No hay muchos Grullos”, queriendo decir con ello que la apertura, calidez, generosidad y oportunidades que le brindaba este pueblo, a propios y extraños, no eran fáciles de encontrar en otro lado.
Como respuesta al trabajo en bien de la sociedad grullense, no faltó quienes lo propusieran como candidato al encargo de Ejecutivo Municipal. El primer apoyo que recibió fue el del grupo de seguidores del Licenciado Sergio Corona Blake. Así fue como el doctor Rodríguez Gómez, por la vía de la democracia y la voluntad del pueblo, se convirtió en Presidente Municipal en el trienio 1956-1958. Su equipo de trabajo estuvo conformado por los Regidores José García Vázquez, Blas García Cáceres, Gerardo Ponce y el Profr. Abel Robles; como Secretario del Ayuntamiento actuó M. Alberto Cárdenas Nava, como Tesorero José Quintero Gómez, y como Juez el señor José Núñez Naranjo.
Solo que a su renuncia en 1957, el Profr. Abel Robles terminó los dos últimos años de la Administración Municipal.
Entre las obras materiales más destacadas de su administración figura la conclusión de los trabajos para dotar de agua potable a la población, servicio que fue inaugurado por el C. Lic. Agustín Yáñez Delgadillo en calidad de Gobernador del Estado.
Transcurrió en El Grullo, más de la mitad de su vida profesional, donde además de atender su consultorio, hacia la población aportó su experiencia y esfuerzo. Fue promotor, impulsor y fundador de la primera Escuela Secundaria “Instituto Forja”, siendo el Presidente del Patronato que se encargaba de su sostenimiento.
Fue uno de los socios fundadores en 1960, del Club de Fútbol “Progreso”. Miembro destacado de un Club Cinegético local y de un entusiasta Club de Ciclistas, la bicicleta fue su medio de transporte y en ella recorrió todas las calles del pueblo, su maletín y su bicicleta fueron sus grandes compañeros para atender las visitas domiciliarias que requerían de sus servicios médicos.
Fue pionero a nivel regional en el uso de técnicas de mejoramiento genético veterinario en ganado vacuno lechero, atendía personalmente uno de los establos de mayor prestigio en la región; alternaba su actividad de médico con las de vaquero, repartiendo su día de trabajo en estas actividades: de 4:30 a las 8:00 de la mañana era vaquero, ordeñador y repartidor lechero; de las 9:00 de la mañana a las 2:00 de la tarde atendía su consultorio, de las 4:00 a las 5:00 de la tarde, volvía a atender sus vacas y de las 5:00 de la tarde a las 8:00 de la noche regresaba a su consultorio.
Fue Médico Municipal de 1951 a 1954 y de 1957 a 1963.
Fue miembro de la Sociedad Médica Regional de Autlán, de la Sociedad Médica del Suroeste de Jalisco y de la Asociación Médica de Jalisco.
El ser médico, sin duda, fue su actividad más conocida. No obstante, la estimación y reconocimiento que recibió en vida, y que sigue recibiendo después de su muerte, tienen que ver con su integridad personal y moral, que rebasan con mucho su actividad profesional, mismas que han permeado a toda la sociedad grullense.
Es el tercer gabrielense que ha ocupado la Presidencia Municipal, después de Valeriano Zamora Villalvazo en 1913 y de J. Ascención Manzano en 1920.
Murió en la población que le dio cobijo el 26 de mayo de 1998, a los 76 años de edad, su corazón generoso dejó de latir y su familia y su querido Grullo entregaron agradecidos su alma al creador, y su cuerpo, a la tierra. En los últimos días de la Administración Municipal del Ing. Antonio Mendoza O. (2004-2006), se colocaron columnas de cantera con bustos de bronce de personalidades importantes de El Grullo en la Plaza Cívica. Entre esos personajes se encuentra el busto del Doctor Leocadio Rodríguez Gómez.
Una calle en El Grullo, lleva su nombre.
REFERENCIA:
GUZMÁN Mora, José de Jesús. Cuatro personajes de San Gabriel en la vida de El Grullo, San Gabriel, Jalisco, noviembre de 2012. Trabajo inédito.
MV
