Esta semana, Lulú Cano hace un fuerte reclamo a la sociedad y a las autoridades ante el desmedido aumento de violencia contra las mujeres y el terrible caso de Ingrid, que ha sacudido al país.
Por: Lourdes Cano Vázquez
Autlán de Navarro, Jalisco. 12 de febrero de 2020. (Letra Fría) Mientras no deje de suceder, seguiremos exigiendo justicia por todas y cada una; por el odio y por la saña, porque es necesario alzar la voz hasta que finalmente seamos escuchadas.
Hoy es por Ingrid, asesinada por su propio esposo, su pareja, la persona que se elige para hacer una vida juntos, a quien le entregas tu confianza y en quien debes encontrar apoyo, protección, seguridad; es el mismo que la asesinó de la manera más brutal. Otra vez, una más; a pesar de los gritos, las marchas, las consignas, de nuevo hoy tenemos que llorar por una de nosotras.
Qué impotencia, porque Ingrid ya lo había denunciado, porque el juicio y el escrutinio de la sociedad lo recibe ella, primero por culparla al no abandonarlo y porque después de la tragedia es su cuerpo el que exhiben como objeto para alimentar el morbo, para vender periódicos. Cuán insensible puede ser alguien que se atreve a fotografiar a una víctima en tales circunstancias, cuánta frialdad se necesita para compartirlas.
Pero quizá lo que más duele y lo que más indigna es saber que estamos solas, porque no importa cuántas veces se ha salido a las calles ni los monumentos con grafiti, pues los responsables de la justicia se jactan de lo rápido que vuelve a quedar todo como si nada hubiera pasado; tal vez esa es la metáfora más clara sobre la violencia contra las mujeres y el actuar de gobierno: somos ese muro rayado que se preocupan por limpiar rápido para pretender que aquí no pasó nada, mientras pasa todo.
Parece más importante que se acaben los fines de semana largos, que el presidente no quiera usar su avión o que haga un espectáculo alrededor de su persona cada mañana para ser la primera nota del día; pero qué absurdo es tener que decir que es más importante que una más de nosotras muere mientras nadie hace nada. No lo tendríamos que gritar, nada de esto debería pasar; no es culpa de ninguna de ellas, entiéndanlo de una vez.
LL/LL
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