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¿Comer carne es de ricos?

En su columna de hoy, Davidnia García nos cuenta que el consumo de alimentos cárnicos, sobre todo las carnes rojas, está relacionado con el desarrollo de una enfermedad conocida como “gota” (aumento de ácido úrico). Llama a la población a evitar el consumo excesivo de carne y a comer más frutas, verduras y cereales.

Por: Davidnia García | Nutrición sana

Autlán de Navarro, Jalisco. 13 de septiembre de 2022. (Letra Fría).- Los mexicanos, cuando organizamos una fiesta o reunión, en lo primero que pensamos, es en la comida, y por lo regular, se propone una carnita asada. Incluso, alusivo a esta, surgió una ola de memes que mencionaban la frase “¿Se va a hacer o no sé va a hacer la carnita asada? En la mayoría de las ocasiones, no solo es la carne asada, generalmente también se agregan salchichas para asar, chorizo, frijoles, quesadillas, entre otros acompañamientos.

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En México se come mucha carne, en el año 2021 los mexicanos ocupamos el sexto lugar a nivel mundial en consumo general de carnes, ingerimos alrededor de 69.9 kilos de carne al año por persona, y los tipos de carne más consumidas son: pollo, cerdo, y res. En promedio se consumen 34.9 kg de pollo, 20.3 kg de cerdo, 14.8 kilos de res y 7.7 kg de carnes frías.

El consumo excesivo de alimentos cárnicos, sobre todo las carnes rojas, está relacionado con el desarrollo de una enfermedad conocida como “gota” (aumento de ácido úrico), esta enfermedad se caracteriza por dolor, inflamación y enrojecimiento de articulaciones, sin embargo, no solamente es por un exceso en el consumo de carnes rojas, sino también de embutidos, bebidas alcohólicas, vísceras, mariscos, etc. en general una alimentación rica en proteínas y baja en fibra.

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La gota, en el pasado se asociaba a la realeza y clases altas, ya que en esos tiempos, solo ellos tenían acceso ilimitado al consumo de carne. Esto aunado a sus malos hábitos de alimentación y consumo excesivo de alcohol, afectaba gravemente en su vida, al grado de llegar a la muerte, como le sucedió a Enrique VIII de Inglaterra. Tal vez esto influye inconscientemente nuestra necesidad de carne, pues en México, culturalmente comer carnes es de ricos y comer frijoles es de pobres.

Por otra parte, no solamente se ha relacionado “la gota” con el consumo excesivo de carnes rojas y carnes procesadas, en las que podemos resaltar los embutidos (salchichas, jamón, salami, etc), también se ha relacionado con el aumento en el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente cáncer colorrectal, el cual se reportó fue causa de casi un millón (916,000) de muertes en el año 2020.

Las carnes procesadas se definen como “aquellas carnes que se han modificado a través de la salazón, curado, fermentación, ahumado o algún otro proceso para mejorar el sabor y la cantidad de tiempo de conservación (tiempo de caducidad)”, por ejemplo, las salchichas, las cuales tienen ese color rosa característico debido al añadimiento de sustancias (nitritos y nitratos) que prolongan su caducidad y que al mismo tiempo les brindan su color rosa.

El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), ha clasificado a las carnes procesadas como carcinogénico para humanos, lo que quiere significa, que se ha comprobado que una exposición o en este caso, un consumo de estos alimentos, en gran cantidad y por largo tiempo, elevan las probabilidades de desarrollar cáncer.

Las carnes rojas por su parte, están clasificadas como probable carcinogénico para humanos, pues existe evidencia científica que puede aumentar el riesgo de cáncer, sin embargo, queda como probable porque la evidencia aun no es contundente.

Las carnes rojas y las carnes procesadas se han relacionado, no solo con el desarrollo de cáncer colorrectal, sino también con algunos otros cánceres. Esto no quiere decir que debemos de dejar de consumir carnes por completo, sino que, debemos de moderar el con el consumo de estas.

Consumos de alrededor de 150-200 gramos de carne al día se han relacionado con el aumento del riesgo de cáncer colorrectal, esta cantidad es superada por muchos de los mexicanos que desayunan, comen y cenan carne. Asimismo, una dieta pobre en frutas, verduras y cereales integrales, los cuales nos proporcionan fibra, aumenta el riesgo de enfermedades del sistema digestivo.

Por otro lado, no todo es malo, ya que consumir carnes rojas tiene beneficios, estas contienen algunos minerales y vitaminas, también son buena fuente de proteínas de buena calidad, por lo que lo mejor es asistir a consulta con un nutriólogo a recibir asesoría necesaria para conocer personalmente la cantidad de proteínas que podemos consumir al día.

Existen también otras alternativas a las carnes rojas y procesadas, como los son las carnes blancas, carne de pollo y pescado, las cuales de igual forma son buena fuente de vitaminas, minerales y de proteínas. No olvidemos incluir en nuestras comidas diarias, frutas, verduras y cereales, para poder tener una buena fuente de fibra y antioxidantes, los cuales nos ayudan a evitar el desarrollo de cáncer y otras enfermedades.

Páginas web consultadas:

https://www.thelancet.com/journals/lanonc/article/PIIS1470-2045(15)00444-1/fulltext

https://www.iarc.who.int/featured-news/media-centre-iarc-news-redmeat/

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/gout/symptoms-causes/syc-20372897

https://www.who.int/es/news/item/29-10-2015-links-between-processed-meat-and-colorectal-cancer

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cancer

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/10/121003_gota_incremento_men

MV

En su carrera profesional se ha enfocado en nutrición e investigación científica. Egresó de la Licenciatura en Nutrición del Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad de Guadalajara, posteriormente realizó su servicio social en el Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca” en el que rotó por diferentes áreas (medicina interna, rehabilitación cardiaca y servicio de endocrinología). Es egresada de la Maestría en Ciencias de la Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Su trabajo de investigación lo llevó a cabo en el Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” en la Ciudad de México, enfocado en variables como estilo de vida y genética como factores de riesgo en mujeres mexicanas con osteoporosis y fractura de cadera. Ha participado en diferentes estudios de investigación, tanto del área de nutrición como de biología. Como resultados de los proyectos de investigación se han derivado publicaciones científicas y presentaciones en congresos nacionales e internacionales. Actualmente se desempeña como coordinadora del Capítulo Juvenil del Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco.
Correo: nutri.davi@gmail.com

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