Por: Vianney Martínez Pérez
Autlán de Navarro, Jalisco. 23 de abril de 2022.-(Letra Fría). Un esplendoroso sol de las dos de la tarde resplandecía en la cima del cielo cuando entre las multitudes empezó a resonar el unísono de tambores de cuero y maracas de madera, los responsables: los natales nahuas del ejido de Ayotitlán.
Fue desde las cuatro de la mañana que los danzantes de la conquista, de los negros y los pastores se alistaron desde el corazón de la Sierra de Manantlán rumbo al Seminario Diocesano de Autlán “Santa María de Guadalupe”.
Y así fue que, por primera vez en la historia, las comunidades indígenas del Pedregal, Ayotitlán y Telcruz presentaron su cultura, mediante danzas tradicionales, a un Secretario de Estado del Vaticano.
Desde Roma, el Cardenal Pietro Parolin cruzó el océano Atlántico para oficiar, en representación del Papa Francisco, la celebración de Ordenación Episcopal de Monseñor Javier Herrera Corona como obispo emérito de Autlán. A su visita, acudieron laicos y consagrados, quienes desde localidades vecinas del municipio, así como, comunidades de otras regiones de Jalisco, participaron en un intercambio intercultural tras su presencia en el acto religioso.
De los más de 90 nahuas danzantes del municipio de Cuautitlán de García Barragán, la mayordoma de la cuadrilla de danzantes del ejido de Ayotitlán, Laura Magali Alonso Ordoñez, compartió a Letra Fría, que la invitación a sumarse a esta celebración internacional fue del párroco de la región, quien se los sugirió como un espacio para enaltecer sus autóctonas tradiciones y costumbres, tales como la danzas a las representaciones de la Virgen María en los meses de enero y mayo, y la danza al nacimiento del Niño Jesús en diciembre.
“Representa mucho para nosotros, porque es dar a conocer que en la Sierra estamos y que siguen vivas nuestras tradiciones que le dan vida a la comunidad a través del fortalecimiento de la fe”, dijo la mayordoma de la cuadrilla de danzantes del ejido.
Con la frase “es un orgullo ver muchos colores en algo histórico”, Laura Magali expresó en nombre de las tres comunidades indígenas, la responsabilidad de compartir sus tradiciones, a la par del sentimiento de colaboración y unión con la Diócesis de Autlán.
Mientras tanto, los huaraches de cuero, vestidos, capotes y máscaras representativas, los nahuas de la Sierra de Manantlán marcharon melodiosamente abriendo su cultura al mundo.
Edición: Gladiola Madera
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