Rieleras y juanes los moños de esta Adelita están relucientes de contentos porque el eco de la formación del periodismo de género ha rebasado las aulas de quienes han elegido dedicarse a una profesión noticiosa e informativa y ahora hay estudiantes de otras carreras interesados en los temas de inclusión, diversidad y la cultura de paz desde el análisis de la concepción social del género.
Esta maestra metida a periodista y viceversa ha recibido en sus clases de los últimos tres años a jóvenes de Letras hispánicas, Psicología, Nutrición, Medicina Veterinaria, Agronegocios y, por supuesto, de Periodismo, quienes se sienten atraídos por el tema y luego participan en clases con sus experiencias y reflexiones.
El interés por conocer mejores maneras de informar y comunicar siendo respetuosos de todas las personas en condiciones de equidad e igualdad nos ha llevado a crear programas de materias especializadas.
En este sentido, que entre otros afanes, tiene el de formar profesionales del periodismo cuya práctica cotidiana no sólo sea el lenguaje de equidad, sino también la perspectiva de contar historias que abonen a la construcción social paralela a la cultura de respeto a los derechos humanos e incluso se animen a formar sus propios medios de comunicación con perspectiva de género.
Ser agentes de cambio
En esta experiencia particular los cursos surgieron por las charlas y vivencias de esta profesora periodista, con otras colegas académicas y docentes del ámbito de la psicología, las letras, la antropología, la mercadotecnia y la nutrición, que coincidíamos cada una desde nuestra trinchera en el interés por hacer algo para que el entorno social fuera más justo y equitativo con nuestros estudiantes.
El curso del que les hablo es hoy una terminal especializante de periodismo de Derechos humanos focalizado en dos de sus tres materias en el periodismo de género de la licenciatura en periodismo del CUSur.
Ese curso hoy permite que el aula sea un espacio de convivencia e intercambio de ideas.
Construir sociedades más justas desde las aulas
En el salón analizamos apuestas de todas las olas del feminismo, del pensamiento de mujeres que han llamado la atención de la historia, de los micromachismos y las masculinidades que se han construido culturalmente y vulneran a los hombres.
Así es que vemos ejemplos de cómo sí se puede hacer periodismo con perspectiva de género e incluyente y por supuesto, esto entrelazado con las propias experiencias de alumnos y alumnas que desde sus vivencias tienen elementos de autocrítica de su entorno…
¡Vaya! Durante la pandemia, cuando el curso era totalmente virtual, hasta algunas familiares de los estudiantes se interesaron por escuchar lo que se decía, y todos ellas han sido y son bienvenidos, porque el conocimiento gestado en las universidades debe ser compartido y derivar en pensamientos prácticos, útiles, benévolos y éticos.