Por: Darinka Rodríguez
Autlán de Navarro, Jalisco. 10 de marzo de 2022.- (Letra Fría) En conmemoración al Día Internacional de la Mujer, diputadas y diputados del Congreso de Jalisco entregaron el reconocimiento «Hermila Galindo Acosta» a diez mujeres y colectivos que destacan por su trayectoria en defensa de los derechos humanos de las mujeres y las niñas desde diversos ámbitos como la función pública, la docencia, el arte y la investigación.
Este pasado 8 de marzo, entre las galardonadas estuvo la Dra. María Magdalena Ramírez Martínez, investigadora adscrita al Departamento de Ciencias de la Salud y Ecología Humana del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur). El galardón fue entregado a la doctora por el impacto que ha tenido en la formación de jóvenes mujeres en su camino a convertirse en investigadoras científicas.
«El aporte que yo he tenido es que la mayoría de las tesis que he dirigido o asesorado han sido de mujeres, y lo más importante es que mi objetivo no es solamente lograr que las mujeres obtengan un título universitario, sino que tengan la visión de que haber desarrollado un proyecto científico por sí mismas las empodera, porque implica resolver problemas por nuestra cuenta y tomar decisiones. Esto va generando una sensación de autoconfianza, porque te das cuenta de que como científica eres capaz de avanzar», expresa la investigadora.
María Magdalena Ramírez Martínez estudió biología en la Universidad Autónoma de Puebla, pero para realizar su tesis se trasladó a esta región, donde visitó la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán. Su tesis de licenciatura abordó el fenómeno de la dispersión de semillas por murciélagos en los bosques templados de esta área natural protegida. Posteriormente obtuvo un doctorado en Ecología y Manejo de Recursos Naturales por el Instituto de Ecología en Xalapa, Veracruz. Además forma parte del Sistema Nacional de Investigadores e imparte clases a nivel licenciatura y posgrado.
Actualmente, la investigadora del Centro Universitario de la Costa Sur trabaja en un estudio con murciélagos y ratones como modelos para contestar preguntas en relación a las enfermedades en fauna silvestre y cómo estas pueden impactar a los seres humanos. En la misma línea de investigación también estudia cómo la degradación ambiental como la desforestación, el cambio de uso de suelo o la contaminación modifican las interacciones que se presentan entre los patógenos y sus huéspedes.
De manera reciente María Magdalena Ramírez Martínez también participó en la publicación de una guía ilustrada de mamíferos silvestres de la Sierra de Quila: una guía de divulgación científica dirigida a todo el público.
A pesar de que actualmente existe un mayor reconocimiento a los aportes de las investigadoras a nivel estatal y regional, Ramírez Martínez considera que todavía falta mucho por hacer para visibilizar el trabajo de las mujeres en la ciencia.
«Hay muchas investigadoras que tenemos aquí en el Centro Universitario de la Costa Sur, o maestras de otros niveles educativos que también están haciendo una fuerte labor de concientización ambiental con sus alumnos y falta visibilizar más este tipo de actividades. Poco a poco estamos siendo más visibilizadas. Hace algunos años también fui galardonada con el reconocimiento Cihuatl, que otorga el Ayuntamiento de Autlán, y este reconocimiento también hace pues esto, visibilizar a las mujeres en otros ámbitos, no solo académico y ambiental, sino también empresarial. Creo que es muy importante porque gracias a estos reconocimientos ponemos mujeres de nuestras comunidades en el radar y son como esos faros que nos van mostrando que podemos lograr nuestros sueños y nuestras metas», comparte María Magdalena Ramírez Martínez.
Así como hay muchas mujeres trabajando en el campo científico y logrando aportes extraordinarios día con día, también en la nuevas generaciones destacan un gran número de niñas y adolescentes con inclinaciones por la ciencia. En ese sentido la investigadora aconseja a todas ellas ser obstinadas y vincularse a programas de investigación científica para descubrir qué es lo que quieren lograr.
«No suelten sus sueños, tarde o temprano los van a alcanzar. Yo les puedo compartir que mis padres nunca estuvieron de acuerdo en que yo estudiara biología, principalmente mi papá siempre me decía que me iba a morir de hambre, porque nadie sabía en que trabajaba un biólogo. Yo les sugiero que sean tercas y que se aferren a su pasión, porque eso en el futuro les va a permitir ver a su trabajo no como una carga, sino como algo que se puede disfrutar. Busquen programas y ferias de difusión de la ciencia, también esta la modalidad del verano DELFIN para hacer estancias con investigadores de prestigio a nivel nacional. Esto puede ayudar a que las niñas se familiaricen con la investigación, y que si quieren seguir por ese camino no lo abandonen», externa la bióloga.
Edición: Gladiola Madera
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