Por: Carlos Efrén Rangel
Autlán de Navarro, Jalisco. 12 de julio de 2022. (Letra Fría) Infinidad de intelectuales, instituciones nacionales dedicadas a la cultura y el gobierno municipal de Autlán ─donde también hay algo de esto último─ se avocaron desde la semana anterior a celebrar el centenario del nacimiento de Don Antonio Alatorre Chávez.
Sin exagerar, uno de los autlenses más insignes y reconocidos en todo el planeta, con el matiz que Don Antonio goza de ese reconocimiento en los estudios académicos y profundos del idioma, filología, se le llama a ese campo, y por lo mismo, a veces el nombre y la trayectoria pasa desapercibido para la mayoría.
No quisiera usar este espacio para repetir lo que con justicia muchos van a recordar durante estas semanas, quiero en esta pizarra, resaltar un espacio donde las letras de Antonio Alatorre estuvieron hechas para masificarse y lo hicieron con creces: se trata de los libros de texto de la SEP, esos que se entregan a todos los estudiantes mexicanos apenas ponen un pie en un salón de clases de escuela pública. Ahí, todos leímos a Alatorre como alguna vez tituló Guillermo Tovar en una participación aquí mismo en Letra Fría.
La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (CONALITEG) en su catálogo histórico los clasifica por Generación, en su sitio en internet muestra las generaciones desde 1960 hasta la del 2019. Antonio Alatorre participó en los libros de la Generación de 1988, vigentes hasta 1994, en ellos tuvo tres funciones.
Don Antonio escribió dos textos breves pero memorables que están en el libro de lecturas de español de segundo grado de primaria. Los escritos del autlense son uno que se llama “Los Sueños” y otro que se llama “El Tuito”, que es uno de mis favoritos pues me lleva a mis años infantiles donde lo leí de mi libro, me fasciné con el espacio idílico descrito y más cuando algún adulto me hizo notar que esa población no está lejos de Autlán, pero eso sí, nadie me dijo que el autor era un autlense. Algo a lo que Memo ya se había referido.
En los libros de Español Lecturas de segundo y sexto grado Antonio Alatorre es el responsable de escribir la Introducción. En los millones de copias que se distribuyeron por todo México, Don Antonio habla del maravilloso acto de leer: “que pone a nuestro alcance todos los tesoros posibles del lenguaje. A mí nunca se me van a olvidar las lecturas que hice durante la Escuela Primaria. El único libro escolar que tuvimos mis compañeros y yo, hace ya muchos años, en un pueblo llamado Autlán (Estado de Jalisco), fue el libro de lectura”. Y desvela un tesoro memorable: a través de la lectura se hizo “amigo” de genios de la humanidad con quienes pudo compartir ideas y engendrar nuevos bienes.
La tercera tarea es una de las más importantes. El directorio del libro establece que el autlense integró el equipo de cinco personas que eligieron los textos que conforman estas antologías.
Hay un principio de los libros de texto gratuito vigente en esa época necesario ponderar: resultaba aún reducido el porcentaje de niños mexicanos que algún día tendrían en sus manos otro libro que no fueran los de la escuela, igual era baja la proporción de estudiantes que continuaban en ambientes en contacto con la cultura y la educación: eran pocas oportunidades y había que aprovecharlas con lo más seductor, con lo más formativo, con lo más importante.
Ahí es donde la tarea se vuelve descomunal: para en un libro de menos de 100 páginas incluir fragmentos de literatura clásica, pero también moderna, poesía, cuento, teatro, coplas, textos escritos originalmente en español, pero también traducidos del inglés, o del francés y que todos, resultaran atractivos a la lectura.
A todos quienes peinamos canas con casi cuatro décadas de vida, alguno de estos fragmentos nos regresaba al mesabanco donde aprendimos nuestras primeras letras.
Antes que con “El Brujo de Autlán”, Antonio Alatorre llevó a todo México noticias de su tierra y dio muestra de su brillante visión literaria, en los libros que millones de mexicanos llevaron cada día en su mochila, y muchos de los pedacitos que él seleccionó se nos metieron al corazón.
MA/MA