/

Mi papá es humano

Carlos Efrén Rangel dedica esta columna a su papá. "Mi papá es humano, lo que significa que no es un héroe, no es perfecto. Pero me enseñó a enseñar, me enseñó a escribir y confío mucho que también me haya enseñado a inspirar", nos comparte en su espacio.

Por: Carlos Efrén Rangel | Un letrero en la pizarra

Autlán, Jalisco. (Letra Fría).- Han pasado dos días desde que concluyeron los festejos por el Día del Padre, un rol medular en cualquier organización social y del que en realidad se reflexiona poco. Las redes se inundaron de ejemplos de malas paternidades, de chistes sobre papás que van por cigarros y no vuelven, de pensiones alimenticias sin cubrir, de mujeres que son madre y padre a la vez. Nada qué reclamar, es el reflejo de lo que vivimos.

Anuncios

JRA PROMOTORES INMOBILIARIOS

La mañana del domingo que celebramos a los padres, fui al mercado a surtir la despensa y lo único diferente a otras semanas fue que los portales del centro se inundaron de regalos para los papás: cervezas de muchos tamaños, de variadas formas, en paquetes de dos o de seis. Me enfadé al pensar que nuestro rol no puede ser tan básico, tan predecible, que hay una diversidad de paternidades a quienes ni los chistes, ni las cervezas de lata les hacen justicia.

Esta columna trata sobre educación, la escribo yo que soy profesor y también papá, y que tengo un papá que es profesor jubilado y para más señales me dio clases los seis años de primaria. Si se dijera lo mismo de siempre esta columna podría terminar en la siguiente línea: “tengo al mejor papá del mundo, es mi héroe”. Pero sería reducir la historia a dos cervezas en una cajita adornada.

Anuncios

APYSA

Los héroes sangran, pero nunca pierden; los héroes lloran, pero nunca dudan. Mi papá no es un héroe, mi papá es humano. Lo sé porque lo vi perder infinidad de veces. Perdía la paciencia ante el poco interés de sus estudiantes en aprender, perdía la ilusión en la transformación de México ante la burocracia y la corrupción de las autoridades educativas y cívicas, lo vi perder con dignidad ante los abusos de los caciques.

Mi padre es un humano que dio clases en comunidades rurales, y aunque él era feliz ahí, lo vi dudar infinidad de ocasiones si esos parajes, esas costumbres eran lo mejor para sus hijos. Lo vi dudar entre los métodos para enseñar a leer, a sacar las cuentas, en si animar a una niña a seguir estudiando o resignarse al futuro que las expectativas de esa época les tenían asignado. Lo mismo con los muchachos: seguir estudiando o cuidar vacas mientras se pudiera huir al norte.

Anuncios

Cuipala

Mi papá es uno de esos profesores que nunca se las tuvieron que ver con USICAMM y sus cada vez menos claros procesos de selección para el ingreso, permanencia o promoción, pero que sí debían surfear entre las olas de la corrupción y el amiguismo que reinaba en el SNTE de Elba Esther, del que incluso hoy hay gente que añora con nostalgia.

Mi papá fue un profesor que me enseñó a leer, que puso libros en mis manos como si fueran juguetes, y que luego se puso a escribir los propios hasta ya pasar la docena de publicaciones. Mi papá fue un humano que aun perdiendo y dudando, me ofreció a mí y a sus alumnos la certeza que el trabajo honrado, la metodología constante y la persistencia en el aprendizaje pueden abrirte caminos que te saquen de la realidad a la que fuiste condenado. Y en medio, para hacer llevadera la vida está la poesía, el futbol y la música en la guitarra, aunque solo te sepas tres acordes.

Anuncios

Gallery

También me enseñó a siempre estar: para sus alumnos, para sus hijos, para los señores del rancho que no saben cómo escribirles cartas a familiares que viven lejos. Siempre estar, siempre animar.

Mi papá es humano, lo que significa que no es un héroe, no es perfecto. Pero me enseñó a enseñar, me enseñó a escribir y confío mucho que también me haya enseñado a inspirar. Es otra forma de ser padre y de ser maestro, quizá demasiado personal para una columna aquí en Letra Fría, pero pensé en ella mientras caminaba entre cervezas en los portales de Autlán, y desde que el mundo es mundo, no hay nada más público, y por lo tanto más noticioso, que las ideas que surgen en la plaza del centro del pueblo.

MV

Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Educación Básica.

Actualmente es profesor de español en secundaria y de Maestría en la Unidad 143 de la UPN. Desde los 17 años ejerció como reportero y comunicador en radiodifusoras y periódicos locales en Autlán. Aficionado práctico de la literatura, la crónica taurina y las columnas de opinión.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad