Por: Pie de Página | Alinaza de Medios
BACALAR, QUINTANA ROO.- En la minería se inventó un método de alerta cruel pero eficiente: cuando los trabajadores descendían al subsuelo cargaban consigo un canario enjaulado. El pajarito cantaba hasta la asfixia cuando los gases tóxicos, imperceptibles para el olfato humano, inundaban el espacio. Ese último canto era la señal para la evacuación. A este método se le denominó “modelo centinela” y consiste en usar un organismo vivo para evaluar la salud del ambiente.
En nuestros días, un científico mexicano ha propuesto a los microbialitos —una de las formas de vida más antigua del planeta— como uno de los indicadores de la salud que guarda su hábitat, la Laguna de Bacalar, y el ecosistema que la rodea, al sur del Caribe mexicano.
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