Florilegio y almanaque de una vívida espectadora || Marche Garciroja
No
Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser
Tanta conciencia sin saber
Adormecida…
Merecer la vida, no es callar y consentir
Tantas injusticias repetidas…
Es una virtud, es dignidad
Y es la actitud de identidad
!Más definida!
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir
!Honrar la vida!
—ELADIA BLÁZQUEZ—
Autlán de Navarro, Jalisco. 29 de junio de 2022. (Letra Fría) Entre las coordenadas extremas de 19°34’30” a los 19°53’45” de latitud norte, y 104°07’00” a 102°27’35” de longitud oeste, con una altitud de 925 metros sobre el nivel del mar me encuentro sitiada. El sistema tormentoso caracterizado por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión que produce fuertes vientos y abundantes lluvias se instaló; pretende bajo sus tres poderosos aliados provocar marejadas, intensas precipitaciones, deslizamientos e inundaciones.
Las altas temperaturas abruman a los visitantes que se conducen por los bulliciosos pasillos de la tremenda plaza que converge entre la independencia y una constitución como todas las otras, incomprendida. Después de la sequía el pueblo está cual dominio fructífero que ha encallado en sus mentes lo complejo que llevan la coexistencia, esa total irracionalidad y pobreza de espíritu que aspira a la trascendencia de las formas más frívolas.
El cielo se cimbra en caóticos reclamos, embustes; los mentideros atestados de grupos dispersos apañándoselas para que los vituperios que las lenguas facinerosas comparten no descansen en sus saberes enceguecidos por el clamor de atención y justa repartición de talentos, porque en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey. El paso del tiempo incrédulo nos ha instalado en el día más largo del año, cuando parece que el sol será supremo la avaricia de la sombra le invade y posiciona en la tendenciosa figura de la duda perpetua, ¿cómo podemos ayudar? —una mente a la vez… si puedes contribuir en la re-evolución de consciencia de una mente consigues cambiar ese mundo. La educación crea comprensión, la comprensión crea amor, y el amor crea paciencia, y la paciencia crea la unidad—.
El único hecho comprobable de la moral es que es interna, cada persona la expresa diferente, porque todos lo somos; la diferencia nos hace únicos. Escribo bajo los efectos de este festival de emociones que no deja de dar espectáculo, sin importar el público, sin importar las andanzas, sin importar las pruebas que abaten la integridad y se funden con más potencia la indolencia, la desobediencia y sin medida el abuso de los recursos. Circunscrita sugiero que este camino que se decidió andar nos está llevando a un puerto fantasma, las nuevas realidades horrorizan y enmudecen por el alcance de los daños ocurridos.
El actuar proclama reintegrarse al pasado que nos hirió porque la maldad no hace la siesta, la perversidad no tienen año sabático, la crueldad pretenciosa subyace de eso que no hicimos por miedo al fracaso; hacer el ridículo es un hecho que pasa en temporadas regenerativas donde recoger los pedazos a los que fuimos reducidos se vuelve una tarea superlativa y precaria. En esta ocasión compongo las líneas de este manuscrito en el flujo interminable que me conduce a revalorar aquello que creo resuelto, que asumo ingeniosamente. La neblina distrae al conductor, asumes su belleza con la total seguridad que internarte en ella es la incertidumbre portentosa.
Mi ociosa existencia…
Lectura complementaria
Torcido arado
Autor: Itamar Vieira Junior
Editado por: Textofilia
Traducción: Rafael Climent-Espino
MA/MA