Por: Espejo Revista | Alianza De Medios
Sembrados en tierra sobre una membrana plástica negra, una tropa de delgados bejucos verdes tiene una misión trascendental: eliminar la suciedad de los desechos líquidos que reciben de los pueblos de la cuenca, para que ese flujo, ya depurado, siga hacia el lago de Pátzcuaro y dotar de líquido limpio al ecosistema.
El sembradío de chuspata, espadaña o carrizo (Typha latifolia), los nombres por los que también se conoce a la planta, forma parte de uno de los dos humedales artificiales que operan en el pueblo de San Jerónimo Purenchécuaro, de 3 000 habitantes, situada en el municipio de Quiroga, en el occidental estado de Michoacán, a 332 kilómetros al oeste de Ciudad de México.
Un humedal artificial es una planta de tratamiento que consta de sedimentos, plantas, piedras, tuberías y una membrana, que elimina la suciedad de los desechos líquidos, como grasas, jabones, excretas y metales pesados.
Además de la visión de los guardianes verdes, el visitante recibe otra impresión al llegar: el olor fétido de los residuos líquidos que se filtran en la primera estación del sistema, que separa la basura del flujo, para impedir bloqueos de la tubería.
“El humedal aporta agua limpia al lago. Es parte de los trabajos de protección y conservación del lago que hacemos”, dijo a IPS, durante un recorrido por la zona, Osvaldo Camacho, presidente de Bienes Comunales de San Jerónimo Purenchécuaro.
La visita formó parte del “Intercambio de saberes sobre mecanismos comunitarios para el financiamiento territorial”, escenificado en Morelia, la capital del estado, del 7 al 9 de octubre, convocado por la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales y la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (APMB).
En la organización del Intercambio también participaron el Mecanismo de Bosques y Fincas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con el apoyo de la mexicana Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores, y que congregó a delegados de 13 organizaciones de nueve países.
Una delegación del encuentro se reunirá el miércoles 12 y el jueves 13 en Washington con representantes del Banco Mundial, el Fondo Verde para el Clima (FVC), la Fundación Rockefeller y otros donantes, para plantearles las necesidades de financiamiento de los pueblos indígenas y nuevas formas de patrocinios.
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