Lulú Cano Vázquez reflexiona en torno al desmesurado incremento de la violencia durante el gobierno de López Obrador.
Por: Lourdes Cano Vázquez
Autlán de Navarro, Jalisco. 6 de noviembre de 2019. (Letra Fría) Cuánto horror y cuánto dolor debemos sentir hoy más que nunca después de ver en lo que nos hemos convertido, al punto al que hemos llegado.
Hace un par de semanas en Culiacán, quedó claro quién manda en el territorio, y este lunes se demostró de qué manera, en el que debe ser uno de los episodios más dolorosos desde que existe esta guerra entre carteles de la droga y gobierno.
¿Cuánto más vamos a descender en esta espiral de violencia y crueldad? Es imposible saber si a estas alturas los criminales tienen algún límite, algún escrúpulo, si les queda algo de humanidad cuando tienen en la mente la ambición por más dinero y más territorio. Son capaces de llevar el horror a niveles inimaginables, como lo hicieron con las víctimas de la familia LeBaron, que ya conocía el terror de la violencia: fueron mujeres y niños, bebés menores de un año entre ellos.
¿Y qué más tendrá que pasar para que el estado que debe protegernos reaccione, actúe y haga su trabajo, para que deje de vivir en otra realidad donde el crimen se combate con abrazos? ¿En qué momento se va a tomar en serio la situación crítica que vive el país? López Obrador debe sacar de su cabeza el 2006 y a Felipe Calderón para empezar a gobernar y dejar el púlpito de todas las mañanas donde juzga y condena al pasado sin ver su presente.
Hace ya casi un año que López Obrador encabeza este gobierno, es momento de terminar de culpar a quienes lo precedieron. Más delicado aún es que traslade ese conflicto de su subconsciente a la sociedad entera que gobierna. Qué duro es escuchar sus respuestas tan faltas de seriedad, que evidencian la poca importancia que le da a esa mayoría abrumadora que lo llevó a donde está; qué difícil escuchar que después de semejante tragedia, el tema de la conferencia termina siendo él y siempre él.
LL/LL
*Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor y la fuente. Se prohíbe su reproducción si es con fines comerciales.