Los estudiantes de Jalisco no recibirán a principios del ciclo escolar que iniciará el mes próximo, el paquete de útiles y uniformes gratuitos que, por ley, debe entregar el gobierno del estado y los municipios.
Está ya confirmado que, por haber sido año electoral, en Jalisco se determinó no aplicar el programa, aunque los primeros pasos sí se dieron. Temieron que cumplir con la ley que valora apoyar a los escolares jaliscienses les hiciera incumplir la ley que les impide usar programas con fines de propaganda electoral.
El artículo tercero constitucional establece los principios que deben regir la educación en México. Uno de los más controversiales es que la educación que imparte el Estado debe ser gratuita. Gratis significa que no debe costar nada. Algo imposible de conseguir.
Porque, si bien las escuelas públicas no cobran colegiaturas, ir a la escuela implica numerosos gastos colectivos: los edificios escolares requieren remodelaciones y mantenimientos, los salones demandan materiales didácticos, garrafones de agua, papel higiénico, y un larguísimo etcétera que no es cubierto por ningún presupuesto de gobierno.
Ir a la escuela también implica numerosos gastos personales: comida, transporte, materiales didácticos, ropa, zapatos.
¿Y los útiles?
Con la inspiración de la gratuidad del tercero constitucional, desde hace varios años los gobiernos implementaron un programa en el que se entrega de manera gratuita un paquete de uniformes, zapatos, mochila, cuadernos, marcadores, lápices, colores y bolígrafos.
No está de más decir que hay quienes encuentran en este apoyo un gran alivio y un ahorro importante, y hay quienes perfectamente pueden prescindir de él. La educación es universal, y estos apoyos, por lo tanto, también lo son.
En 2024, las escuelas públicas de Jalisco comenzaron el proceso anual: entregar una relación de estudiantes con sus tallas, lo que permite calcular la producción de uniformes y zapatos. Pero a medio camino, se confirmó lo que dije en el primer párrafo. Estos apoyos no llegarán en 2024, porque hubo elecciones.
Lo curioso del caso es que, en febrero de este año, se elevó a obligación legal que los Ayuntamientos destinen una partida presupuestal para participar en el programa. También se estipuló que los recursos que se utilizan para estos fines se inviertan en “equipamiento de escuelas”.
No se trata de ponerse dramático, las familias y las escuelas encuentran la manera de salir adelante, de enfrentar los retos. En las escuelas, también mucho se puede hacer para apoyar a quien lo necesite: pedir útiles de manera escalonada, priorizando materiales y valorando alternativas.
La escuela nunca es completamente gratis, siempre demanda invertir recursos en la formación; pero facilitar el acceso y apoyar con todo para garantizar la permanencia son tareas permanentes que numerosos programas y acciones ayudan a materializar.
Este año, uno de esos apoyos importantes faltará. Que no se haga costumbre, que no se echen la bolita ante las fallas, que este gobierno no se está caracterizando por cerrar con eficacia.