Rieleras y juanes, en el lenguaje coloquial decimos que estamos al cuarto para las doce cuando nos referimos a que el tiempo está a punto de agotarse para cualquier tarea o situación que nos preocupa.
Sucede que de manera simbólica investigadores integrantes del Boletín de los Científicos Atómicos con sede en Washington mantuvieron en 90 segundos para la media noche el llamado Reloj del Juicio Final, según lo dijo la presidenta y directora ejecutiva de esta organización, Rachel Bronson a Reuters.
El acto, simbólico, reitero, es una advertencia de la comunidad pensante y experta en los riesgos nucleares, sobre una realidad actual de conflictos bélicos entre países que han entrado o continúan en una guerra armamentista como la invasión a Ucrania o la de Israel en Gaza.
Vaya, ¿qué pasaría si Rusia pierde?, ¿acaso Putin contendría sus impulsos de usar sus armas nucleares?, esta especulación funesta de parte de esta Adelita, sería un ejemplo de las expectativas catastróficas.
Además, los académicos llaman la atención sobre el cambio climático, las acciones globales de consumo desmesurado de recursos naturales que están a punto de llegar, si es que no lo hicieron ya, a la marca del no retorno.
La tensión en este mundo es tal que la amenaza se desborda pues no solo continuamos con conductas que depredan el planeta, sino que se crean armas suficientes para terminar con él ante el nerviosismo de la revancha que podría empujar a alguien a apretar un botón.
Contra el tiempo
La historia mundial ha dejado muestras de diversas extinciones de la vida en la Tierra: la caída de un meteoro, los cambios climáticos de largos periodos de calentamiento seguidos por un enfriamiento abrupto son solo algunos ejemplos.
Hoy hay una diferencia.
Los dinosaurios no sabían cómo defenderse de la ola provocada por la caída del gran meteorito que dio origen a su extinción y la vida terrestre apenas lo hizo en la era del hielo. Pero nosotros, esta vida pensante emblemática de los seres humanos, sí sabemos el origen de nuestras amenazas y somos conscientes de los cambios que de implementarse podrían dar reversa a un fin que se antoja inminente.
El reloj está ahí y el tiempo corre.